El desarrollador ejecutó lo que llamó “Mini Win” formado únicamente por el kernel, sin interface gráfica y sin florituras ni añadidos. Esto es, que ahora mismo ocupa 25MB de espacio y 40MB de RAM, y tardó 20 segundos en arrancar.
En la demostración se ejecutaron tareas muy simples, pero se hizo una declaración de intenciones que no pintan nada bien. La primera es que salta a la Vista (valga la redundancia) que el actual sistema operativo de Microsoft es como una ballena con un problema de sobrepeso mórbido, y que quieren poner a dieta el Windows 7. Esto significa que le van a quitar muchas cosas, y ahora falta saber qué le van a quitar que para todos los usuario sea prescindible. El segundo punto oscuro es que el próximo sistema operativo va a salir con toda la gama de versiones, con lo que implica el que si quieres más, paga más, con todos los riesgos que eso comporta si lo comparamos con el exitoso Windows Vista.
Windows 7 está previsto que salga a la luz en 2010; otra cosa es que se cumpla esta previsión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario